Desde bien pequeñita siempre me gustó peinar y maquillar a todas mis amigas y vecinas, si me preguntaban lo que quería ser de mayor lo tenía muy claro, yo quería ser peluquera y maquilladora.

Así es que fui aprendiendo poco a poco, familiarizándome con las tijeras, peines, secadores y brochas para hacer de mi pasión mi profesión. 

Seguí formándome y trabajando en lo que más me gusta, y tuve la suerte de que en el camino de la vida me crucé con Jose, con quién comparto vida y profesión desde muchos años. Quién hace día a día que Mayba sea lo que es, junto a él sin olvidar a mi madre, es quien da nombre y sentido a mi sueño desde que soy pequeña. Por ella, por mi madre, un poquito de las dos, un poquito de Mamá y Bárbara, Ma y Ba, #Mayba.

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Hoy #Mayba le da nombre a un salón en el que convergen una gran mezcla de aromas que se mezclan en una perfecta armonía con la decoración y pequeños rinconcitos verdes que dan vida al espacio. Volviéndose un escenario en el que día a día desfilan todas sus estrellas: sus clientes. Su bien más preciado.